El programa, de la cadena de noticias CNN en Español, presentó un avance de la entrevista al mandatario argentino Javier Milei en donde menciona su postura acerca de la guerra en la franja de Gaza. En el marco de los actuales cuestionamientos hacia la política de Israel sobre el pueblo gazatí, el presidente respondió que no se está cometiendo ningún delito por parte de la gestión de Benjamín Netanyahu sino la de una respuesta bélica a los excesos del grupo Hamás.

“Manifesté mi solidaridad con Israel y una de las cosas que sostuve desde el primer momento es el de avalar el derecho a la legítima defensa. Israel recibió un ataque brutal y este tipo de cosas requieren respuestas ejemplificadoras y de hecho, todo lo que está haciendo, lo hace dentro de las reglas de juego. Es decir, no está cometiendo ni un solo exceso”, dijo.

Cabe agregar que la cantidad de ciudadanos palestinos muertos y heridos debido a los constantes ataques por Israel dejan números preocupantes. Tras los últimos ataques perpetrados el último jueves 7 de octubre por el grupo terrorista Hamás, El ministerio de sanidad gazatí ha manifestado, mediante su cuenda de Facebook, que la ofensiva sionista ha alcanzado las 32.000 muertes y 74,100 heridos sin contar a quienes están aún bajo los escombros y otros tirados en las carreteras sin aún poder ser registrados debido a que la ocupación militar no permite el paso de ambulancias.

Los lazos de Milei con Israel

A diferencia de otros mandatarios como el de Brasil, México y Colombia quienes han mostrado su solidaridad con los habitantes de Gaza, no es un secreto la cercanía que mantiene el presidente ultraliberal de Argentina hacia la postura israelí de Netanyahu. Anteriormente había mostrado su inclinación hacia la causa sionista en la campaña presidencial al decir que de ganar las elecciones sus principales aliados serían Estados Unidos e Israel.

El pasado mes de febrero, Milei anunció el polémico plan de trasladar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, un tema altamente sensible para la comunidad internacional, ya que el territorio por razones culturales, religiosas y políticas es reclamado por ambas poblaciones como su capital. Sin embargo, el antecedente más cercano ocurrió en 2018 cuando el entonces presidente estadounidense Donald Trump movió la embajada desobedeciendo la resolución de la ONU de 1980 que llamaba a los Estados miembros a retirar sus embajadas.